Encontrar el compás en la música que bailamos, es una de las dificultades más grandes para la gente que empieza a estudiar flamenco.
Primero hablaré del tiempo.Si no eres amante de las disertaciones filosóficas-poéticas, pasa directa a la segunda parte donde hablo del compás de forma más práctica y tan amigas.
EL TIEMPO
El tiempo es el todo en el que nada la vida lo mismo que un pez en el agua.
Todo lo que puedas sentir, hacer, pensar, medir, puedes hacerlo porque hay un tiempo que lo permite y en el que las cosas suceden.
El tiempo, por lo tanto, es el medio en el que todo sucede.
El tiempo en sí no es visible, pero sí que podemos ver los cambios que genera a su paso: La semilla se transforma en planta, las estrellas se mueven en el cielo, la estantería se cubre de polvo y tú cada día estás más guapa.
Cosas inevitables, porque inevitable es parar su curso, pero que percibimos continuamente a nuestro alrededor.
La percepción del tiempo es para mí, una gran intriga que me llena de curiosidad.
¿Porqué cuando te lo pasas bien, decimos que el tiempo pasa volando? ¿Porqué a veces un minuto dura una vida?
Pones un huevo a hervir y te dispones a esperar 5 minutos. Si te quedas como un pasmarote impaciente delante de la cazuela, animando mentalmente al agua que hierve “venga, venga, cuécelo de una vez” te aseguro que en lugar de 5, te pueden llegar a parecer 5.000 los minutos que te separan de tu comida.
Pero como te llamen por teléfono mientras el huevo se cuece, vamos listas, por más rápida que quieras ir, o vigilias el cazo con el rabillo del ojo, o cuando vuelvas encontrarás con suerte el huevo fosilizado y una cazuela menos en tu colección.
El tiempo es el que es (un huevo tarda 5 minutos en hervir, lo mires como lo mires, e incluso si no lo miras), pero nuestra percepción de esos cinco minutos es variable en función de lo que hagamos, de dónde ponemos el foco, de si nos evadimos o no, de como nos sintamos y de otras muchas cosas más de las que no tengo ni idea, porque sino, podría llegar a entenderlo y ya te digo que no es el caso.
EL COMPÁS
Para hablar de compás primero quiero que pensemos en cosas que tienen ritmo de forma natural: El latido del corazón, los pasos que damos, las estaciones…Todos ellos son movientos que suceden en el tiempo y que se repiten,creando una pauta que podemos aprender, imitar y por lo tanto sustraer de aquello que lo origina.
Por ejemplo, yo te puedo decir: Cada vez que des un paso, da una palmada, y tendrás el ritmo de tus pies en las manos.
El compás es la ordenación del tiempo, es el ritmo, el latido, el caminar y la respiración de la canción que escuchas.
Es un pulso que divide la música en pequeños segmentos, para que la podamos medir.
La percepción del compás es intuitiva. Sólo has de ver a un bebé en pañales, moviendo el culete al ritmo de la música…Nunca se equivocan! Y qué póco saben de guitarras y pentagramas, del solfeo y sus cuentas. Pero allí están, dándolo todo y siendo un ejemplo de qué hacer en caso de bloqueo musical: ¿Tírarte al suelo?, ¿Ponerte un pañal?…Nooooooooooooooo (bueno, sólo si quieres). Si no pillas el compás ni a la de tres lo que has de hacer es relajarte, relajarte y disfrutar de la música, sentirla, moverte, olvídarte de contar, fuera presión y ya verás como por arte de magia el compás vendrá a tí y te hará mover un pie, luego las palmas…Poco a poco, tiempo al tiempo.
El compás se rige por leyes matemáticas, y eso lo hace estudiable, cuantificable, y para algunos, hasta entendible.
En flamenco los compases son de 4 y de 12 tiempos.
Los tiempos son las unidades que forman el compás y que tienen un valor único.
Lo mismo que 60 minutos forman una hora y que cada minuto mide lo mismo que el anterior.
El compás, tiene tiempos fuertes y tiempos débiles, lo mismo que las palabras tienen sílabas tónicas y sílabas átonas.
Y esos tiempos fuertes se manifiestan en la voz, la guitarra, las palmas, en el taconeo y los brazos de quien baila.
Encontrar los tiempos fuertes o acentuados es la clave para encontrar el compás.
Encontrar los tiempos fuertes o acentuados, es, para quien empieza, misión imposible, así que…
5 cosas que puedes hacer para encontrar el compás:
1. Crée en él.
El compás en una cuestión de fe. Porque el compás no se ve, pero créeme, el compás exite.
Ten fe, búscalo, no se esconde, al contrario, aparece y desaparece como el Guadiana y sólo tienes encontrarlo una vez para no soltarlo.
2. Relájate.
Acuérdate del bebé y su culete rítmico. Cierra los ojos. No intentes entender, siente y disfruta de la música, ella es tu amiga y te está hablando, con cada nota, con cada verso. Un día la entenderás y hasta te parecerá fácil.
3. Entrénate.
La vista es la reina de los cinco sentidos. Los demás van a la cola y con suerte, de vez en cuando, somos conscientes de ellos. Cambia el foco, atiende a tu oído, para y escucha lo que se oye a tu alrededor. Para mí, ahora, el teclado, el ventilador, mi vecina cocinando, escucha, escucha y escucha.
4. Infórmate.
Cuando sabes lo que buscas es más fácil encontrarlo. Lée sobre el flamenco, sobre el compás. Aprende que palos tienen 4 tiempos y cuales tienen 12. Pregunta en clase.
5. Ten paciencia.
Cuando empecé a actuar mis compañeras no me dejaban hacer palmas. Parece ser que no daba pie con bola. Yo me enfadaba como una mona y me inventaba extrañas teorías para defenderme. Pero la verdad es que no era capaz de dar dos palmicas buenas seguidas. Aquí me tienes, si yo pude, tú puedes.
P.D Si este post te ha generado más preguntas que respuestas, o si tienes alguna duda sobre compás y nunca sabes a quién preguntar, porfavor, escríbeme y te responderé encantada.