Nadie se mueve más bello que los animales.
Sin ir a clases, ni necesitar largas horas en una barra de ejercicios, su gracia, su fuerza y su personalidad al moverse, es algo que me deja con la boca abierta de asombro y admiración.
Me da igual que sea un lobo aullando a la Luna, un delfín saltando sobre las aguas o dos perros jugando en el parque de al lado de mi casa. Los animales no conocen la torpeza, y todo su cuerpo fluye en un interminable baile del que tenemos mucho que aprender.
A menudo, en clase, para pediros un tipo de movimiento y de energía al bailar os digo: Camina como un gato, o muévete como un lagarto que le quema la arena. Entonces, veo un destello de comprensión en los ojos, y los cuerpos responden imitando el talante del baile en cuestión. Es algo directo, todas tenemos a los animales en el imaginario, nos es fácil imitarlos y así contagiar de su garra a nuestro baile.
¿Cuantos animales podemos llegar a imitar en un baile? En las alegrías caminamos como los caballos jerezanos, por soleá salimos a bailar desplazándonos como panteras, por bulerías podemos parecer un perrillo juguetón, y si nos ponemos el mantón nos crecen alas y nos transformamos en águilas imperiales.
Mira sino, este vídeo de Blanca del Rey y verás que es imposible no verla cubierta de bellas plumas.
Los animales nos sirven de ejemplo y de guía en nuestro baile. Primero nos acercamos a través de la imitación, pero luego llega un momento en que sueltas amarras y dejas de ser Conchi Garcia Pérez que imita a una gacela, para sentir que te transformas en esa gacela y ya no eres ni Conchi, ni García, ni Pérez, si no un ser lleno de vida y energía que se desplaza con la distinción de los antílopes y la gracia del mundo salvaje.
Que no sólo se mueve el cuerpo cuando baila es algo que descubrimos desde el primer día.
Llegamos a clase enfadadas y salimos contentas.
Empezamos la clase agotadas y la acabamos llenas de energía y luciendo más que un sol.
Esta es la prueba más inmediata de que la música y el baile transforman mis emociones.
El siguiente paso va en dirección inversa, cojo mi energía, el recuerdo de la furia, o del regocijo, o de la chulería, y me lo traigo a clase para impregnar cada uno de los pasos según convenga.
Por ejemplo…¿De dónde sacamos la rabia para bailar una soleá?
Como animales “civilizados” que somos, no está del todo bien visto que vayamos mostrando nuestra furia y nuestra fuerza sin ton ni son.
¿En qué entorno puedes acceder de forma controlada a todas esas fuerza que sientes que te sacude cada vez que te cabreas?
En el trabajo no es recomendable (a no ser que estés pensando en cambiarte a otro), en la pareja no suele ser la mejor idea, con tus amigas mejor te inhibes que seguro que no tienen la culpa de nada.
La cuestión es que, de una manera u otra, reprimimos nuestras emociones por no saber que hacer con ellas y luego si tienes la suerte de bailar flamenco, un día descubres que esas emociones son un material maravilloso, una fuente de energía brutal para transmitir sentimientos en cada gesto, en cada braceo y cada zapateado.
Y con el baile por alegrías pasa tres cuartos de los mismo.
Estrena un vestido nuevo que te queda de maravilla y sal a la calle a que todos te vean, el Sol luce espléndido mientras piensa: “Tú si que brillas, corazón” al verte pasar. Cuenta a doce, camina, estira el cuello, sonríe, estás bailando por alegrías.
La imaginación es una herramienta muy poderosa a la hora de bailar, pues nos muestra el camino que el cuerpo ha de seguir.
Los animales, como parte del imaginario común, son una fuente de referencias e inspiración.
¿Te acuerdas del artículo en que te hablé del libro Assymetrical-motion?
De él es esta cita:
“Sólo se baila animal.
Sólo los animales bailan
porque bailar es previo al lenguaje.
Bailar es bestial,
es volverse (volver a ser) bestias.
Mirar a los ojos de una bestia para entender algo del mundo de la danza”
Cuando lo leí me gustó mucho. Me sugirió la idea de un baile menos mental, más espontáneo.
Un baile menos encorsetado, más instintivo y más natural.
Que los animales han sido modelos a seguir no es nada nuevo.
En muchas cultural se les muestra como guías espirituales o representantes de las virtudes en la tierra para ejemplo de los humanos.
Los indios americanos veneraban entre otros, al búfalo, al águila, al lobo y al caballo. Observando la forma de vivir de estos animales, aprendían los valores que precisaban para la vida como son: La resistencia, la abundancia, la valentía, la lealtad y la introspección.
Seguro que de pequeña te habrán leído las fábulas de la Fontaine, y si no las de Samaniego.
El primero es francés del 1621, el segundo es nacido 1745 en Álava, y seguro que de los dos conoces un montón de cuentos cortos en los que se utiliza a los animales como protagonistas.
Son cuentos con moraleja pues lo que buscan es instruir.
Esos cuentos son adaptaciones de las fábulas que escribió Esopo, un fabulista de la antigua Grecia, nacido en el 600 a. de C.
A él le debemos: “La zorra y las uvas”, “La zorra y la cigüeña”, “La cigarra y la hormiga”o “La liebre y la tortuga” entre otros.
Si pasamos de mirar los libros a mirar al cielo, veremos que la palabra zodíaco, significa “rueda de animales” porque la mayoría de los signos del horóscopo están regidos por un animal. La astrología nos cuenta que, según la fecha del año en que nazcas, te verás influenciada por las características de este animal: de un carnero los aries, de un toro los tauro, de un cangrejo los cáncer, de un león los leo…
Del mismo modo, cuando los emperadores de la dinastía Han en el 206 a. de C. idean el horóscopo chino, toman a los animales como representantes de los aspectos relevantes de nuestro carácter según el año en que nazcamos.
Dice la leyenda que Buda se retiró a meditar a la selva, pues sentía que estaba en sus últimos día de vida y quiso rodearse de naturaleza. Hizo llamar a los animales y de entre todos, a su despedida acudieron en este orden: La rata, el buey, el tigre, el conejo, el dragón, la serpiente, el caballo, la cabra, el mono, el gallo, el perro y el cerdo.
Para recompensar su gesto, Buda, les otorgó un año a cada uno, de forma cíclica, en la que ejercerían su influencia sobre los acontecimientos así como sobre los nacidos en ese período.

2018 Año del perro en el horóscopo chino
Por cierto, este próximo 16 de febrero de 2018 entraremos en el año del perro.
El perro es un animal que nos habla de lealtad, de amistad.
El perro destaca, obviamente, por su buen olfato, que te llevará, a lo largo de este año a tomar las mejores decisiones.
Una de las decisiones que favorecerá el signo del perro, es la de pasar más tiempo “real” con los amigos, es decir, cara y cara, donde podamos tocar, mirar y estrujar al otro, y menos tiempo delante de una pantalla simulando cercanía y contacto.
El perro sabe mucho de jugar, de perdonar y de vivir el presente.
Es por eso que suelen lucir alegres y cariñosos.
Robo esta imagen de internet y doy las gracias a la autora aunque no la conozca:
La energía del perro nos inspira a estar presentes, a disfrutar de cada paso y de la compañía de quien lo da a nuestro lado.
Es por eso que los lazos entre compañeras de clase sentirán su fuerza, favoreciendo el acercamiento entre nosotras, ayudándonos a conocer y a hacer amistad con las personas que compartimos el baile.
“La palabra animal deriva del latín animal-animalis, y significa “dotado de respiración o de soplo vital”, como adjetivo, lo animal es lo salvaje frente a lo humano, lo instintivo. También se usa como superlativo.
En definitiva, lo animal como un soplo vital, genuino y auténtico que todas llevamos dentro.
Un soplo vital que la práctica del flamenco nos invita a explorar, a descubrir y a disfrutar, a través de un baile lleno de fuerza, de autenticidad y de belleza, en un entorno formal y rodeada de excelentes compañeras.
Marta! Que palabras divinas! Me encantó toda explicación… Me gusta mucho el xamanismo, pero jamás conectaria con el baile flamenco (y la astrologia). Gracias, gracias, gracia! Oleee!
Apreciada Marta.
Siempre es una delicia leer tus artículos. En ellos me siento identificada y transportada. Lamento no poder volver a tus clases y a esos momentos de compañía y amistad que me brindásteis. Regresaré a vivir a Colombia pero deseo seguir leyéndote y sintiéndome cerca de todas con este blog. Abrazos y recuerdos cariñosos.
Un abrazo muy grande Marcela y gracias por tu comentario. Así es, aunque estés en Colombia el blog nos permite compartir un espacio flamenco más allá de las clases que hicimos. Besos y seguimos en contacto <3
Marta! Por Diós! Qué bonito correo! Gracias y Gracias! Me has abierto una nueva visión de las cosas y del baile. Ole!
¡Qué bien Antonia! Me alegro un montón que te haya gustado, de verdad. Un abrazo
Me pareció muy creativo el hecho de relacionar danza y astrología, gracias.
Eso es porque soy acuariana :))
Un saludo y gracias por tu comentario